En un pequeño pueblo estadounidense en el estado de Kansas, se encuentran a los cuatro miembros de la familia Clutter asesinada misteriosamente. Tras varias investigaciones encontraron a los asesinos, Dick Hickcock y Perry Smith, quienes acabaron muriendo ahorcados después de ser condenados por pena de muerte.
En clase de literatura leímos una pequeña parte de esta novela que me dejo impresionada, la escena estaba narrada por Perry. Él estaba hablando con el señor Clutter que quiso saber si su mujer estaba bien, Perry le respondió que estaba a punto de dormirse.
Seguro que os preguntareis que es lo que me dejo impresionada, ya que no ha ocurrido nada extraño pero, seguro que entenderéis porque con el texto de continuación:
“ Yo no quería hacerle daño a aquel hombre. A mí me parecía un señor muy bueno. Muy cortés. Lo pensé así hasta el momento en el que le corte el cuello.”
Es algo inesperado, el autor nos sorprende con la boca abierta con este giro. También me llama la atención como habla bien de aquel hombre y luego finalmente lo mata sin ningún escrúpulo. Pero esto no acaba aquí, al momento cortarle el cuello, le llama la atención el ruido que el pobre Cutter hace, “Como de alguien que se ahoga”. Como el hombre iba a morir de todas formas, Perry decidió coger una escopeta y matarle definitivamente, A SANGRE FRÍA.
La pequeña parte que leímos, me ha parecido muy intensa, ya que nos narra un asesinato sin ningún tipo de arrepentimiento o muestra de sentimiento en este personaje. La actitud de este, me resulta familiar a la del protagonista del Extranjero, que tampoco muestra ningún tipo de emoción después de comunicarle que su madre a fallecido.
Es un comportamiento escalofriante y, el hecho de que haya matado a una persona y le de igual, nos confirma que es un psicópata.
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