Hola
a todos, hoy voy hablaros acerca de Louise Glück .
Mi
exposición esta vez se basará en la vida de esta famosa autora y
profundizare en algunas de sus grandes obras.
Louise
es una poeta norteamericana. Su gran pasión por la literatura lo
heredó de su padre, que era gran fan de la escritura. Ella empezó a
escribir desde pequeña. Su padre fue un exitoso
empresario, por lo
que Gluck tuvo una esmerada educación
Cuando
estaba a punto de graduarse, sufrió una grave depresión que le
llevó a desarrollar una anorexia nerviosa. Estaba causada, según la
autora, por
la mala relación con su madre y la presión académica. Como
tratamiento, empezó a recibir sesiones de psicoanálisis. Debido a
su largo proceso de recuperación no pudo inscribirse en una
universidad para recibir estudios reglado, pero en su lugar asistió
a clases de literatura y poesía en el Sarah Lawrence College y en la
prestigiosa
Universidad de Columbia como estudiante libre.
Su
primer libro de poemas “Primogénita”
fue
publicado
en 1968
el
cual tuvo
un gran recibimiento, Primogénita despliega
en mitad de un paisaje lúgubre y enfermizo, un mundo de relaciones
brutales a las que la voz poética responde con amargura, decepción
y disgusto a través de un estilo excesivo y elevado
.
Su creciente prestigio hizo que en 1984, se incorporara a la facultad
de Williams College en Massachusetts como profesora. Al año
siguiente escribió
una de sus obras cumbre Ararat
toma su título del cementerio judío homónimo de Nueva York. Los
poemas abordan el luto posterior a la muerte de un padre mitificado,
enterrado allí. A
partir de este momento su particular estilo poético que luego
mantendrá a lo largo de toda su carrera: ya no se trata de
recopilaciones de poemas más o menos cohesionados, sino de libros
construidos casi como un único poema en partes, en torno a un solo
tema, donde los símbolos funcionan por acumulación y cada texto
aporta un contexto a los demás, multiplicando así las
interpretaciones y los puntos de vista sobre la experiencia del
sujeto lírico.
A
este le siguió otro de sus libros más importantes, El iris salvaje,
por el que ganó el Premio
Pulitzer.
En el libro Iris salvaje
la
autora crea mediante metáforas un contexto en el que la melancolía,
la tristeza y la parsimonia se vuelven habituales, mientras que narra
situaciones con su marido John y con otras personas que irán
apareciendo a lo largo de los poemas. Las temáticas recurrentes son
la familia, el deseo, la mortalidad, los recuerdos o las pasiones.
A
continuación me gustaría leeros la introducción de este libro
“Los
poemas no perduran como objetos, sino como presencias. Cuando lees
algo que merece recordarse, liberas una voz humana: devuelves al
mundo un espíritu compañero. Yo leo poemas para escuchar esa voz.
Escribo para hablar a aquellos a quienes he escuchado.”
En
1999, escribió Vita Nova, los
poemas abordan las muertes y los comienzos, la resignación y la
esperanza, el trauma y la recuperación .La
«vida nueva» a la que canta la poeta supone a la vez un desamparo y
una libertad que la impulsan a retrotraerse a su pasado, a la muerte
de su madre, al limbo entre la infancia y la vida adulta.
Louise
desde
2003, imparte clases en la famosa
Facultad de Yale donde
ocupa la Cátedra de la literatura.
En
2020 se le concedió el Premio Nobel de Literatura Se convierte así
en la mujer decimosexta
en obtener el máximo galardón de las letras universales. Lo obtiene
por “su inconfundible voz poética, que con austera belleza hace
universal la existencia individual”. Además del premio Nobel, ha
recibido numerosísimos galardones
incluyendo
el National
Book Award,
el Premio
de la Crítica norteamericana y
el Premio
Bollingen. En
2003, fue nombrada Poeta
Laureada de Estados Unidos fue
la duodécima poeta en recibir este importante reconocimiento.
Tras
recibir este premio Nobel
publica
“Recetas invernales
de la comunidad”, es un particular tratado sobre la vejez y la
extinción, escrito con su habitual mezcla de hondura y claridad,
trascendencia y vida familiar
Para
concluir con mi exposición os leeré un poema que escribió, en “El
iris Salvaje”.
El
iris salvaje
Al
final del sufrimiento
me
esperaba una puerta.
Escúchame
bien: lo que llamas muerte
lo
recuerdo.
Allá
arriba, ruidos, ramas de un pino vacilante.
Y
luego nada. El débil sol
temblando
sobre la seca superficie.
Terrible
sobrevivir
como
conciencia,
sepultada
en tierra oscura.
Luego
todo se acaba: aquello que temías,
ser
un alma y no poder hablar,
termina
abruptamente. La tierra rígida
se
inclina un poco, y lo que tomé por aves
se
hunde como flechas en bajos arbustos.
Tú
que no recuerdas
el
paso de otro mundo, te digo
podría
volver a hablar: lo que vuelve
del
olvido vuelve
para
encontrar una voz:
del
centro de mi vida brotó
un
fresco manantial, sombras azules
y
profundas en celeste aguamarina.
Del
libro El iris salvaje